12 de febrero de 2013

Encadenando Palabras


Yo no te deseo, ni te amo, ni te adoro, ni te quiero, ni te persigo, ni te busco, ni te llamo, ni te odio, ni te espero.

Solamente quiero que me digas algo

Algo que me haga entender lo que no entiendo, comprenderlo y procesarlo en mi mente.

Esta mente que trabaja de freelance sin mi permiso.

Y permiso no le doy pero ella gana.

Siempre ganan la vida y mi mente, mi mente y la vida. Y yo… ¿cuándo sacaré un pleno en el casino de mis sensaciones?

Estas sensaciones que perturban mi condición de humana, que añaden un exponencial muy alto a las matemáticas de mi vida y me impiden comprender que uno más uno son dos y que dos más uno son tres…

Tres son las cosas que querría preguntarte, tres, ni una, ni dos. Tres.

Y tres son las palabras nuevas para mi vocabulario, porque yo no hago relatos de amor desahuciados, porque no desahucio aquello que no amo, lo agrego al diccionario de mis dudas y utilizo las palabras para encadenar una pregunta sin respuesta a una respuesta que no pregunto.

Y por preguntar, me pregunto ¿y al final qué?, tan solo son palabras, palabras encadenadas, que forman frases y conceptos sin respuesta y nada más…Nada más.

Blondie

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