1 de diciembre de 2011

En Un Lugar de Mi Mente...


Conozco un lugar al que un día me acerqué sin mirar, no sabría muy bien decir donde está ese sitio, tan siquiera llevaba un navegador para guiarme, llegué allí por pura casualidad y de la casualidad salieron unas risas y unos besos muy tiernos no rozados y unas sensaciones demasiado especiales.

El desconcierto habitó en mí, me advirtió que me fuese, pero no le escuché y es que el desconcierto es bastante coñazo, es un pelma que te hace pensar y razonar y yo no quería pensar. Mi vida ya estaba llena de muy buenas razones, de pensamientos etéreos, de sueños inconsistentes que se difuminaban en las noches de mi almohada, de objetivos logrados e insatisfechos.

Quería viajar a esa estrella que tal vez ya estaba muerta cuando nací, pero que me iluminó cuando vi por primera vez la luz, quería viajar de nuevo a ella y contarle la razón de mi desazón, pero la estrella ya no estaba, la noche era cerrada, las nubes cubrían un cielo posiblemente estrellado en el que posiblemente estaría la mía esperándome…

Tuve que conformarme con imaginarla, aprender a beber agua sin su luz, tomar una mano no se si equivocada, caminar mirando al frente, dejar de buscar mi estrella aunque fuese por un instante fugaz, aprender a entender que mi religión no era ya su luz, ni la tuya. Tan solo la mía…


Blondie

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