Amsterdam – La Casa de Ana Frank

maliZia kiss, Amsterdam junio 2011

Antes de irme de viaje me leí el diario de Ana Frank, sabía que iría a Amsterdam y no quería quedarme sin ver la Casa, esa casa donde vivió escondida y escribió su famoso diario. Y así hice, entré en ese edificio que consta de dos partes, la casa de delante y la casa de atrás. En en la primera se encontraban las instalaciones de la empresa de Otto Frank, el padre de Ana, un almacén en la planta baja que se extendía hasta la segunda casa y en esta segunda, en la parte de arriba es donde vivió escondida Ana Frank con su familia durante dos años, un lugar donde tenían que caminar y vivir en silencio para que no les pudiesen oír desde el almacén en el que los trabajadores molían especias para elaborar condimentos para carnes, que vendía una de las dos empresas del padre de Ana. Los que trabajaban allí ignoraban que detrás estaba escondida toda una familia. En la primera casa en la`parte de arriba estaban las oficinas y en esas oficinas el socio de Otto Frank, el que les protegiera...

Cuando prohibieron que los judíos fuesen propietarios de empresas, el padre de Ana cedió la titularidad de las suyas a Victor Kugler, aunque Otto Frank siguió siendo el dueño en la sombra y fue Kugler quien protegió a la familia de Ana en su escondite.

He podido ver la estantería que colocaron en su día tapando el acceso a la segunda vivienda, lo he atravesado y he podido subir y ver la habitación donde durmió, vivió y escribió Ana Frank, la cocina, el resto de las habitaciones y el baño, así como diversos objetos y cartas de ellos.

La verdad es que mientras paseaba por allí pensaba que estaba pisando un trocito de historia, trataba de imaginar a Ana Frank y a su familia comiendo, moviéndose y viviendo a oscuras con sigilosidad de felinos y no podía dejar de pensar que ese pedazo de suelo que pisaba ya era historia y era una historia demasiado reciente, que en realidad apenas si había pasado tiempo desde la barbarie nazi a pesar de que ya había pasado mucho tiempo, pero cuando piensas en algún suceso histórico el tiempo es muy relativo y para mi es como si hubiesen pasado tan solo dos días y medio.

Desde esa misma casa en la que yo estaba ahora fueron sacadas Ana Frank, su madre, su hermana, Otto y el resto de los que alli se escondieron, hasta un total de ocho y llevados todos a diferentes campos de concentración nazis a causa de un chivatazo de alguien que no tembló ni vaciló un instante al decir que vivían allí escondidos.

Bueno pasear por esa casa es pasear por un pedacito de historia, por un acontecimiento real que sucedió y a mi me gustó hacerlo y más después de haber leído lo que Ana Frank pensaba día a día escondida en ese lugar que yo estaba pisando en ese momento…

Blondie