5 de enero de 2011

Mi Carta a Baltasar


No quería apretar los puños fuerte, fuerte, ni cerrar los ojos y acurrucarse debajo de la sábanas esperando que amaneciese para correr a su zapato y ver lo que le había dejado Baltasar, no quería darle polvorones a los camellos, ni tan siquiera agua, este año se había hecho mayor, sospechaba que los reyes eran los papis y no quería llevarse una desilusión más en la vida, bastantes había tenido ya este año, pero llegó el día y puso su zapato, abrió un par de polvorones, los desmigajó con sus dedos sobre un platito, puso agua en un recipiente ancho y dejó un sobre blanco que decía: Baltasar. Luego corrió a la cama, después de haberse lavado los dientes, apretó fuerte, fuerte sus puños, se escondió entre sus sábanas y contuvo su respiración esperando a Baltasar…

¿Quién dijo que quería hacerse mayor?

El Turbante blanco de Baltasar con su pluma sujeta por un broche dorado asomó por sus sábanas, tras el turbante estaba la sonrisa de su rey favorito, él leyó en voz alta su deseo: Un tocadiscos para vinilos, ¿solo eso? preguntó sonriente, solo eso dijo ella, solo eso y si puedes un viaje a Paris, tan solo quiero ir a Paris…

Siempre nos quedará Paris dijo Baltasar…
Siempre nos quedará Paris dijo Bogart…
Siempre nos quedará Paris dijo maliZia kiss…


Blondie

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