29 de enero de 2011

ICX


Tengo una pluma que escribe azul pasión, sí, has leído bien, azul pasión y no rojo pasión, porque la escritura en rojo es agresiva, dañina, correctiva y subsanadora, además daña la mente y la imaginación y mi mente no es así, no quiero trazos encarnados en mis folios, ni siquiera escarlatas o carmesíes, sino azules, azules de mar, de ese mar que está un poco triste y no llega ni a ser azul marino, sino más bien un indefinible azul mezcla de otros azules que existieron.

Mi pluma me la trajo Baltasar, es pequeñita, cabe en la palma de mi mano, tiene el peso justo y el cromado brillante del glamour y la apetencia. Aquí está, a mi lado, sin utilizar, porque no quiero estrenarla, porque pienso que tendría que escribir algo que mis manos, mi corazón y mi mente se resisten, pero que ella, mi pluma, no se resistiría y trazaría letras, palabras y frases con significados demasiados duros. No quiero ser dura contigo, simplemente estoy profundamente decepcionada, creo que eso es lo más duro que jamás pueda decirte, peor que cualquier insulto. Profundamente decepcionada, esa es la expresión correcta que define lo que pienso de ti en este momento.

¿Cómo voy a explicarle a una recién nacida pluma que hay cosas que no se pueden escribir?, ¿que no se pueden ni esbozar?, no por falta de ganas sino porque la mente humana es demasiado retorcida como para entender lo que tenga que decir una simple pluma virgen que escribe en color azul mar.

Yo te entiendo IXC, sabes que te entiendo demasiado bien y que por más vueltas que le demos al asunto no podremos entender porque hay quienes escriben en rojo, piensan en rojo, dañan en rojo y olvidan que se puede escribir en azul, en simple color azul ultramar, ese color más allá de los mares…

Blondie

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