10 de julio de 2009

Tunicia: Olvidé mis promesas

Quien quiera saber de Tunicia, buscar en este diván, del loko por supuesto, los anteriores post publicados:

19.06.2008 El lado oscuro de Tunicia
06.07.2008 Dame tus lunas, tus veintiocho lunas Tunicia
16.07. 2008 No vueles más Tunicia
17.07.2008 Tunicia y Telouro
19.07.2008 Deja que maquille mi alma
27.07. 2008 Amor venme a buscar
28.07.2008 Muerte a Tunicia
29.10.2008 Una grieta en el asfalto


Sabía que volverías, no quería pensar en ello, me asustaba tanto…sabía que volverías y volviste…

No entraba en mis planes que volvieses, no quería eso, no estaba preparada para recibirte, no quería regalarte de nuevo mi confianza, me lo había prometido a mi misma tanto, pero volviste y olvidé mis promesas para recibirte…

Nunca conseguí odiarte fue tu frase y yo entorné mis ajos, abrí mi corazón y te escuché…

Recompuse los jirones de mi alma, cerré el desván de mi alma con candado, dejé allí metido el dolor, la incertidumbre, las dudas y bajé a abrirte la puerta, esa puerta que había cerrado con doble vuelta, que había apalancado con las lanzas cortantes de tus hirientes incisiones, esa puerta que me prometí no abrir jamás, pero olvidé mis promesas…

Te enseñé mis estancias, los pasillos de mi casa, los suelos encerados y resbaladizos, la luz que entraba por mis ventanas y las sombras que las envolvían cuando se fundían los plomos, te mostré como los arreglaba para iluminarlas de nuevo, mis ilusiones y mis miedos, mis alegrías y mis tristezas, te mostré lo que vivía en mi, las legiones de gnomos que me alborotaban, las agónicas necesidades de mi alma, los altisonantes y desacompasados bombeos de mi corazón, mis euforias y mis lágrimas, te mostré todo aquello que no quería mostrar, olvidé mis promesas…

Eso pensaba Tunicia mientras salía de las raíces de la tierra, de ese lugar apartado y profundo…Sí, Tunicia salía de las profundidades de la tierra de nuevo, quería gritarle al mundo su dolor, abajo no había oxigeno, no había espacio, no había luz…Las entrañas que la tenían recogida eran asfixiantes, necesitaba aire, necesitaba gritar, necesitaba volar…

Recompuso sus alas rotas e inició el vuelo como el ave fénix que ya fue un día, resurgiendo de sus propias cenizas de nuevo y sabiendo que ya nunca miraría hacia atrás, que ya nunca volvería a las entrañas de la tierra, a ese útero interior en el que se había sumergido, ese lugar oscuro donde se gestaba su recogimiento y su dolor, donde se fecundaba la infelicidad, inició pues ese vuelo directo hacia ese espacio abierto e infinito, hacia ese espacio lleno de cosas por descubrir, sabiendo que sería ya su casa, su lugar para recomponerse, sabiendo que ya nunca volvería a olvidarse de sus promesas…

Inició pues de nuevo el vuelo, con fuerza, con firmeza, sabiendo que entre todas las estrellas que la rodeaban en su peregrinaje encontraría esa que tanto brilla, que tanto deslumbra…


Blondie

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.