5 de abril de 2009

Esclavo de su Coche


Desde que se compró su coche sufría de insomnio, pasaba las noches despertándose continuamente para correr a la ventana y vigilarlo. Su vida era un sinvivir constante. Los días de fiesta ya no salía con sus amigos pues prefería pasar las horas muertas frente a su ventana vigilando su coche para no moverlo, no fuese que se lo fuesen a rayar. Se quedó sin amigos. En su trabajo ya no podía concentrarse pues se pasaba la jornada laboral mirándo al parking para vigilar su coche, no fuese a ser que algún graciosillo…Más adelante dejó de ir a trabajar para no arriesgarse a sufrir en su coche la novatada de algun compañero envidioso y ruín y optó por el absentismo laboral. Al principio las bajas laborales le fueron salvando pero cuando el médico se negó a darle mas bajas optó igualmente por no ir y se quedó sin trabajo. Cuando agotó el paro frente a su ventanal vigilando atentamente su coche, dejó de cobrar el subsidio, ya no tenía dinero para echar gasolina. Tuvo que venderlo.
Y volvió a dormir de nuevo a pierna suelta.
Blondie

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