18 de abril de 2009

El Consolador de Señoras


Descubre con estupor que su mujer le engaña con un consolador, no da crédito a lo que acaba de descubrir, oculto entre su ropa interior está el arma del delito. tiene forma de polla, es de látex, de un grosor bastante considerable y vibra con alegría. Ha debido de tener sus buenos orgasmos con semejante artilugio, es intolerable. Está indignado, engañarle a él con un falo inerte, ¿pero que se habrá creído la muy zorra?. Su indignación es tal que siente como le sube el calor y la ira a las mejillas, ahora entiende el porque de sus excusas cuando se aproxima a ella cada noche. Tiene un amante inanimado, un silencioso y fiel amante que satisface su libido sin comprometerla y mientras el trabajando como un gilipollas…

Vuelve a la habitación furioso, está solo, trata de calmar su ira...Saca de nuevo el maldito vibrador del cajón, lo mira intentando imaginar a su mujer con ese juguete y siente una mezcla de rabia y excitación. Lo pone en funcionamiento mirándolo fijamente, entorna los ojos y se lo introduce ahogando un gemido de placer...

Después de todo está solo, ¿quien va a saberlo?, piensa...

Blondie

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