28 de septiembre de 2008

El Fondillo del Desván


El BESO


Dos locomotoras que circulaban en dirección contraria se chocaron. Eso sintieron cuando sus bocas se juntaron besándose, la fuerza de un impacto que ya no se podía parar, algo inevitable, intenso y fuerte.

Se mordisqueaban los labios y jugueteaban con la punta de sus lenguas, despacio, muy despacio… Cada segundo las sensaciones eran más placenteras, más intensas.

Sus lenguas se entremezclaban y se retorcían con deseo, con ese deseo tanto y tanto tiempo guardado, callado…Cada uno le hablaba al otro en la boca. Se decían las cosas más dulces que podamos imaginar pero que tan solo ellos sabían porque nadie más que sus bocas las oían…

Seguían deseándose más y más cada instante que pasaba. No podían parar ni querían hacerlo. No sabemos el tiempo transcurrido, pero creemos que mucho. No necesitaban tomar aire, el uno se lo daba al otro.

Ella le dijo con voz temblorosa, entrecortada, sin dejar de besarle, estoy teniendo un orgasmo y él le contestó con la voz aún más temblorosa, más entrecortada, yo también lo estoy teniendo…

Y los dos sacudieron sus lenguas con más fuerza mientras el resto de sus cuerpos, a la vez, temblaban, se agitaban, se estremecían…

Blondie

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tengo un beso asi en mi desvan
de una boca que no volvere a besar

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