12 de julio de 2008

Pon un Aroma en tu Vida

Y allí se quedaron mis miedos, en Vitoria…

Mis miedos y el frío que hacía…

Y el músico del parque esperándome para el festival de Jazz…

Relajada y feliz, me fui a pies de la catedral nueva a una feria y pensé: voy a darme un homenaje…y me compré unos cristalitos que huelen increíble, ¿Qué aroma?, pues violetas, ¡vaya pregunta!
Así que ahora mi vida es una pura esencia, entro en mi coche y huele a violetas, abro mi bolso y me envuelve el aroma a violetas, los bolsillos de mi ropa huelen a violetas, hasta mi pecho huele a violetas, que para eso me he puesto un cristalito de esos en el suje.

¿A que huelen mis sábanas desde hoy?, a ver si lo adivináis…

Y aquí me volví con mis violetas y otras muchas vivencias que me han hecho crecer y sentirme muy bien, mientras allí se quedaba además de mi miedo, el compromiso de ver el Triforio de la vieja catedral y el Artium por dentro, - que solo vi la mirada-, mi amiga que hice allí ayer y que le he prometido que volveré con mis sandalias para ella, pero en su número, volver a cenar en cuchillería y volver a esa herriko taberna en la que entré y me miraron como si fuera soviética…

Pero como la semana que vine vuelvo, pues se supone que las haré, que haré los deberes…

El resto de mi vivencias en Vitoria, como dijera no se quién, queden para mi…


Blondie


Fotografias tomadas por maliZia_kiss

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hummm. snif snif...
¡guapa!
Musiko

Anónimo dijo...

Creo que ya me funcionan lo comentarios

Brecht

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