10 de junio de 2008

La Espina

Se levantó descalza y empezó a caminar por la alfombra de pétalos de rosas, olían demasiado bien, eras confortables y estaban frescas e hidratadas, pero cada dos o tres pasos encontraba una espina que tenía que esquivar. Y las esquivaba con soltura, había aprendido a sortearlas para no herirse, hasta que un buen día se despistó y pisó una, se le clavó en la planta del pie, atravesándolo, intentó quitársela, pero estaba demasiado clavada, muy profundamente, y tuvo que aprender a caminar con ella, aceptar el dolor lacerante que le producía cuando caminaba demasiado, no podía descansar…

Ahora su herida cicatriza, pero la espina se ha quedado dentro…

Blondie

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo importante es seguir hacia delante, vivir todos y cada uno de los dias. Siempre hay algo que te martiriza, pero que a la vez hace que te superes. Lo haces dia a dia, cada dia mejor. Aprende de lo vivido y utilizalo en tu beneficio. Me sigue encantando tu olor. Rodr

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