15 de abril de 2008

A veces cuesta decir NO...

No puedo olvidar el día que dije si. Fue un día extraño, una mezcla de felicidad y tristeza. Hasta el último instante pensé decir no, pero dije si…y fue entonces cuando mi cuerpo tembló, temblaba de emoción y de miedo y también de rabia porque las cosas no fuesen de otra manera, de esa manera que yo había deseado e imaginado también.

Todos los que nos rodeaban me miraban con una expresión de estupidez mental exagerada o al menos eso me parecía a mi…Yo quería escapar, pero no podía, todo estaba perfectamente organizado, hasta el mas mínimo detalle, todos los engranajes encajaban a la perfección y rodaban suavemente, perfectamente engrasados y sin encontrar resistencia.

Todo un montaje perfectamente organizado en el que yo era el motivo, la causa, el centro de las miradas…yo me sentía un títere y quise huir, pero no supe…me faltaron las fuerzas…no tenía fuerzas, me faltó el valor y entorné lo ojos y dije tímidamente si, mientras una lágrima seca deslizaba por mi mejilla y mi corazón se ahogaba por el chaparrón…

Y ahora, después de tanto tiempo, visto en la lejanía, pienso el porqué de aquel temor y entiendo que la vida no se fabrica, debes de fabricártela tu, a pesar de herir por el camino a quienes te rodeen, a pesar de no satisfacer los morbosos deseos de otros, a pesar de no hacer feliz a quien base su felicidad en sacrificar la tuya…

El otro día leía a Alejo Carpentier, sobre el tiempo, sobre la vida al revés y me dejó pensativa y aunque lo idílico sería nacer con alzheimer y morir con la mente virgen en un útero y plenamente feliz, si eso no puede ser deberíamos al menos poder construir nuestra felicidad, sin intereses creados por los que nos rodean, sin presiones, que al fin y al cabo no dejan de ser absurdos, tan absurdos, como a veces absurdo resulta vivir…

Cuesta decir no, cuando ese no es incómodo, tenemos que aprenderlo, es más fácil y menos molesto decir si, mucho mas aceptado. Con un si tienes garantizada la aceptación, el consuelo, el hueco, pero yo he aprendido a decir no, aunque duela, aunque destroce, aunque hiera, aunque me cataloguen de non grata. Al menos esa asignatura de la vida empiezo a entenderla y si no a superarla, a sacar al menos un cinco ramplón.
Veremos si la vida me enseña a subir nota y conseguir ese ansiado sobresaliente, pero eso está aun por ver, vamos digo yo…(1)

Blondie


(1) copyright maliZia_kiss

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