14 de abril de 2008

El Hilo de ORO del Amor

Siempre había existido ese hilo, ese fino e invisible hilo entre los dos, era un hilo transparente, fuerte, tan fuerte que por mas que tiraban jamás se rompía, nunca se rompió ni siquiera en los momentos mas tensos, mas duros, aunque si es cierto que algunas veces estaba tenso y tirante y otras algo mas flojo, pero los cabos estaban claramente delimitados, un cabo lo tenía ella y el otro lo tenía él y ellos, solo ellos dos eran quienes lo manejaban, El resto, lo de alrededor era el atrezzo, el adorno, lo superfluo, lo que daba color u oscuridad, dependiendo del momento.

Cuando se conocieron no supieron de la existencia de ese hilo hasta pasado un tiempo, ellos ni imaginaban que ese hilo se estaba tejiendo entre ellos y cuando quisieron darse cuenta, ya era sólido y consistente…

Nunca supieron porque ese hilo fino e invisible les unía, pero la realidad era esa, un poderoso hilo que atravesaba campos y valles, ríos, montañas y mares, que no encontraba obstáculos con tal de llegar desde un cabo en ella, a un cabo en él, desde un cabo en él hasta un cabo en ella…

El día que se dieron cuenta que el hilo perduraría a través del tiempo, de vendavales y tormentas, de huracanes y lluvias, no quisieron admitirlo, pero eso era lo de menos, ya que a esas alturas ambos sabían que su negativa era un hecho incambiable, que el hilo era ya mas fuerte que ellos.

Después pasó el tiempo y comenzaron las torturas, el hilo ya era largo y la distancia inmensa, pero era un hilo flexible y moldeable por lo que siempre encontraba la forma de estirase lo que fuese necesario, de ceder y ceder antes de quebrarse…

A veces tiraban con fuerza, con saña, para intentar separarlo de un lado pero era inútil, el hilo buscaba sinuosas y caprichosas formas para impedirlo, otras veces tiraban también con saña para intentar acortar la distancia, para convertir los cabos en dos extremos unidos, pero era tarea imposible, ya que de ese hilo no solo colgaban la pasión y el deseo, el amor y la necesidad, sino también la impotencia y lo imposible, y no lograban jamás unir los cabos y convertir ambos en uno…

Cuando flaqueaban en su sentir, tan solo notaban que el hilo aflojaba y sufrían de desamor y abandono, en esos momentos era cuando tiraban con fuerza pero no conseguían ni tensarlo, ni quebrarlo y les invadía la tristeza, el abandono, la soledad, la pena infinita, la nostalgia…, aunque el sentimiento profundo permanecía allí latente, hasta que cualquier día uno de los dos volvía a tirar con mas fuerza, con una fuerza brutal de animales, desesperada, una fuerza de angustia y desconsuelo y como por arte de magia de nuevo se tensaba…

Y en ese instante empezaban a vivir con intensidad, sin apenas darse cuenta todas esas cosas inexplicables que les hacían sentir muy pero que muy vivos…

Su conexión pues, su continuo tira y afloja hacía que ambos se preguntasen el porque de la existencia de ese hilo una y mil veces.

Daba lo mismo que estuvieran muy próximos que en la lejanía, ya que ambos sabían muy bien como se sentía el otro, era algo inexplicable, el hilo se encargaba de mandarles el mensaje y eso les producía inquietud y los llenaba de desconcierto y hasta a veces les producía miedo porque sabían que no podían luchar contra un imposible, ya que ese hilo jamás se rompería…

Si él la deseaba, ella sentía estremecer su cuerpo, si ella le buscaba él sabía que lo hacía, si él se enfadaba con ella, ella sentía su ira, si uno estaba enfermo o preocupado, el otro lo sabía, si ella buscaba huir de él, él corría rápido a buscarla y no se lo permitía…

Era pues un hilo carmico, espiritual, lleno de energía, sin tiempo…

Intemporal…

Un día alguien ajeno a los dos, encontró una tijera y de un tijeretazo, sin previo aviso, desconectó el fino hilo de oro del amor, pero lo que jamás supo el dueño de esa tijera, es que al instante siguiente tenían otro nuevo hilo de oro aún más poderoso y consistente, más sólido…

Blondie

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