29 de diciembre de 2007

Dubrinka

Dubrinka es una niña feliz, vive rodeada de su mundo mágico y posee los juguetes más bellos que nadie jamás pueda tan siquiera llegar a imaginar…

Su mundo es absolutamente mágico y por eso la magia envuelve su vida a diario. Vive en bosques encantados, pasea por lugares de ensueño y nada en mares de cristal, donde sus fulgurantes aguas envuelven su delicado cuerpo y lo humedecen con esencias de flores exóticas. Vive rodeada de todo aquello que muchos envidiarían con tan solo imaginarlo y es casi plenamente feliz, por no decir plenamente, ya que como ustedes saben esa plenitud es muy difícil de alcanzar…

En sus maravillosas estancias habitan los juguetes más bellos que nadie jamás pudiera tan siquiera llegar a imaginar, como bien ustedes ya saben a estas alturas…Y Dubrinka juega con ellos y disfruta, tanto disfruta que a veces olvida los quehaceres de su maravilloso reino.
Entre todos sus juguetes tiene uno favorito, que mima y cuida con especial esmero, lo limpia a diario y lo deposita entre algodones, para que no se dañe, cuando no lo utiliza. Es un juguete realmente hermoso, que ella valora mas que nadie, ya que ella y solo ella lo construyó pieza a pieza, encajándolas después y apretando firme pero suavemente cada una de las tuercas y tornillos con absoluta precisión y ahora que su obra está prácticamente terminada es consciente de la belleza y del valor que le da y del que puede llegar a darle…incluso del riesgo que corre si no lo cuida y del constante peligro de aquellos que acechan en las sombras y que son amigos de lo ajeno…

Así que ha construido una urna de cristal y cuando no juega con él lo deposita entre algodones como antes, pero dentro de la urna, que cierra con una llave que introduce en una cerradura de siete vueltas de esas que se resisten a cualquier ladrón por hábil que sea…

Y así pasa sus días, sus dulces días, viviendo en el éxtasis y saboreando lentamente todo aquello que hay en su reino y que ya nada ni nadie podrá ni arrebatarle ni tan siquiera destruir…

Una mañana de esas oscuras en las que el aire es espeso y parece humo y el humo ciega los ojos, encontró la urna vacía; Su corazón se agitó y corrió sobresaltada hacia el camino del bosque mágico de su reino, intentando encontrar algo que ella sabía que ya nunca jamás hallaría...

Y así fue como sus lágrimas regaron el camino de ese bosque y cada uno de los pedruscos del sendero, que al contacto con la lluvia de sus ojos descubrieron su infinita tristeza, haciendo resurgir las fantasías de su magia a la realidad…

Blondie

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.