14 de noviembre de 2007

¡¡¡ Esto es un error !!!

Cuando Enrico abrió los ojos por la mañana, un fortísimo dolor de cabeza, le hizo estremecer, se encogió en la cama cerrando nuevamente los ojos con un ¡ay! y al instante volvió a abrirlos descubriendo que no tenía ni la más remota idea de donde se encontraba. Se giró en la cama y vio a un hombre joven de cabello rubio y buen cuerpo. El hombre dormía placidamente, desnudo sobre la colcha, tenía un buen tamaño de polla a pesar de no estar empalmado, a juzgar por lo que se veía. Tenía un perfil perfecto, era bastante guapo, una nariz recta, una cara angulosa y una boca muy bonita, sus ojos seguramente serían bellos, aunque solo podía ver sus larguísimas y espesas pestañas…Enrico quiso recordar porque estaba él allí en una cama junto a ese tio, pero por más que lo intentaba no lograba recordarlo. ..

Se incorporó de la cama, recogió parte de su ropa para taparse y salió de la habitación sigiloso…

La cama en la que había despertado pertenecía a un apartamento muy bonito, moderno y decorado con muy buen gusto, todo estaba muy limpio y muy recogido, habían muy pocos adornos, pero todos de un gusto exquisito…Al fondo estaba la cocina, se acercó a ella para prepararse un café y buscó por los cajones desesperadamente una aspirina, que al fin encontró…

Cuando estaba tomando el café empezó a recordar… La noche anterior había bebido demasiado, mas que demasiado…y encima esos porros…empezó a recordar entre nebulosas a ese hombre que le miraba y le sonreía, que luego le acariciaba y le besaba y como el se dejaba besar…empezó a recordar el placer que le producían sus besos y sus caricias, el placer y el tremendo morbo que había experimentado... y como ese chico le fue desnudando, poco apoco, sin dejar de besarle…

¿Y ahora que hacía?, quiso justificarlo con el alcohol, pero ahora estaba sereno y pensaba en él, sentía deseos de despertarle con caricias…¿Qué le estaba pasando?, ¿Cómo explicarse a si mismo que le había gustado?, que paso una noche de intenso placer…

Enrique, bueno Enrico, que así es como le llamaban sus amigos, por aquello de su abuela italiana…tenía 35 años, una vida plena, un buen trabajo, una novia con la que estaba pensando en casarse, y ahora de repente, se le rompían todos los esquemas…

Todo aquello que el valoraba y creía que le gustaba, no le gustaba tanto como siempre había creido, por lo visto… Ahora tenía un buen problema, ¿como explicárselo asimismo y a los demás?.

Juan entró sonriente en la cocina, desnudo, y acercándose por detrás a Enrico, le abrazó besandole el cuello y mordisqueándole una oreja, mientras le decía todo lo que había disfrutado con el por la noche y lo feliz que había sido, el inmenso placer que había tenido y lo que le había gustado sentir sus orgasmos y los de él…

Enrico le soltó con brusquedad, se giró y le miró amenazante, con cara de muy pocos amigos, a la defensiva. Le apartó de un empujón, con brusquedad y cogiendo el resto de su ropa se dirigió a la puerta, mientras Juan le seguía y le suplicaba que hablaran…

-Hablemos de esto por favor..., le decía en tono suplicante-

Enrico retrocedió y se dirigió de nuevo a la habitación a recoger su cartera y su reloj,mientras Juan le seguía…y Enrico ni le miraba, ni tan siquiera se dignaba a contestarle, tan solo quería huir de allí lo antes posible, todo era una pesadilla, quería marcharse y olvidar todo eso cuanto antes…

Pero, al salir por la puerta del dormitorio, en el quicio estaba Juan mirándole y al intentar apartarle de nuevo, Enrico dudó un instante, pero no pudo evitarlo y lo besó con rabia, con miedo, con furia, con angustia, con culpabilidad, con deseo, con placer, con amor…sudando, temblando, llorando…y pasaron tiempo y tiempo besándose, acariciándose, deseándose, amándose, follandose…

Blondie

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