2 de junio de 2007

URGENCIAS

La puerta del viejo hospital estaba alfombrada de colillas, las puertas se abrían y cerraban automáticamente de manera constante dejando entrar y salir a gentes con una historia desgraciada tras su semblante. Las ambulancias llegaban incesantes con enfermos, que bajaban en camillas ante las miradas curiosas de todos los que allí estaban. La megafonía sonaba ronca, dejando escuchar siempre la misma frase, familiares de…seguido de un nombre de pila y un pellido,la gente en esa ruinosa sala de espera, estaba sentada “impacientemente” paciente, pendientes de la mas mínima señal que diera a entender que se trataba de ellos a quienes buscaban, mientras tanto todos peleaban con las máquinas que, o bien no devolvían el cambio o se tragaban la moneda sin dar el producto o arrojaban un vaso de agua manchado de café, a pesar de decir claramente expresso, Las horas pasaban lentamente a pesar del trajín que allí había, cada uno de los que formaban el inmenso gentío en la sala de espera, apiñados y con un ambiente rancio y espeso, casi irrespirable, tenía tras de si una historia, algunos simplemente estaban por una alarma injustificada ante un signo de fiebre o de vómitos, aunque otra inmensa mayoría lloraban escandalosamente o en silencio por su desgracia…

Los celadores, enfermeros y auxiliares eran especialmente antipáticos, aunque eso no es de extrañar, día tras día en el turno de urgencias hace que, o se vuelvan impermeables o les devore la tristeza ajena, y el instinto de supervivencia y salud mental, la necesidad de no sucumbir antes el dolor ajeno, les empuja a ser especialmente bordes, a mantenerse a la defensiva, por lo que se puede decir que cumplían su papel a la perfección, nada que objetar pues del comportamiento humano y áspero de estas gentes, porque a pesar de censurarles por ello, me pregunto como sería yo después de un tiempo desempeñando noche tras noche ese papel…tal vez muchísimo peor, no me cabe la mas mínima duda…así que parecen comprensibles los continuos encuentros verbales entre celadores y familiares de enfermos, los primeros aplican la norma a rajatabla para no dejarles colar y los segundos se indignan por no poder escabullirse de puertas hacia dentro…

Una mujer de mediana edad, llora desconsolada en las mugrientas puertas del hospital, rodeada de ambulancias y ajena a las miradas del resto de los mortales, nadie parece preocuparse por ella, solo ella misma bañada en sus propias lágrimas vive intensamente su dolor…parece que dentro su familiar debe estar muy grave, - pienso yo -, de repente opta por perder el conocimiento, como única medida disuasoria para poder acceder al interior de la sala donde debe de estar el enfermo que la hace llorar…Todos se movilizan rápidamente, enfermeras y celadores…avisan a un médico que sale a la calle con gesto cansado y la reconoce en el suelo ante las miradas curiosas del resto de la gente. Con un gesto indica que la entren… salen los camilleros y….para dentro…pero su estratagema dura poco tiempo, pues al rato sale por su propio pie, nuevamente bañada en lágrimas…

Distinto es ya el panorama que se ve al atravesar esas puertas…es absolutamente desolador, camillas por todas partes, con gentes enfermas, descoloridas o de color cetrino, quejicosas y medio desnudas, totalmente desamparadas y viendo como el de al lado sufre…sin la expectativa de una cama y con la esperanza de que se produzca un milagro para “pasar a planta” y no pasar allí la interminable noche, llena de angustia y dolor…Aunque los doctores ni se inmutan, pasean impasibles con sus fonendos colgados del cuello, haciendo caso omiso a tanta lamentación, con cara de sesudos y eficaces profesionales de la medicina…endiosados porque son los que mas saben entre tanto ignorante…, - ellos tienen la llave… se saben los sanadores a pesar de que los demás les creamos matasanos - , y transmitiendo la sensación de poseer la verdad y la razón…y si a algún pobre acompañante iluso se le ocurre poner alguna objeción, ya la ha jodido, al pobrecillo acompañante, o le echan con cajas destempladas o le quitan el apéndice, según el día…

Así que yo opté por la mas pura ironía…y mientras el doctor en cuestión me explicaba, hay que ponerle no se que palabreja extraña …yo le decía ¿ y eso que es?, el doctor perdonándome la vida me contestaba…pues una especie de hierro provisional por fuera de la pierna, y yo… ah ya lo entiendo doctor… ¿cómo lo que le pusieron a Forrest Gump?, mas o menos,- me dijo con cara de pocos amigos…- y se las piró…al ratito va y me dice gruñendo, bajo tu responsabilidad…si te la llevas es bajo tu responsabilidad… y yo…pues perpleja digo en voz alta, ¡¡ me la llevo ¡¡ y entonces sin dignarse ni a mirarme va y me dice: ¿me lo preguntas o me lo dices?, ante eso yo aún mas perpleja, respondo provocativamente: me gustaría que me lo dijera Peter Pan, pero no está aquí…así que me guiaré por mi instinto…Al ratito, al fin consigo que me mire y le reitero mi decisión de largarme de allí con ella y entonces se produce el milagro, el momento de magia, ese instante de humanidad y solidaridad, cuando oigo que me dice: ¡¡buena decisión la tuya¡¡, si se queda ya sabes la respuesta… le espera una caja de bombones como la de Forrest Gump, nunca sabes lo que le va a tocar…me refiero al vecino de la cama contigua claro…

Y se pierde por el pasillo con su bata y su fonendo…..mientras yo siento gratitud por ese pequeño gesto de solidaridad…..

Blondie

Y ahora solo quiero bailar…….¿bailas el Tiroliro?

maliZia_kiss

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.