7 de mayo de 2006

¿te apetece?

Hoy empieza esto que pretendo sea un lugar en donde nos podamos sentir cómodos y podamos escribir todo lo que nos apetezca, empezaré con un cuento precioso que ayer me dejó muy pensativa.............casualmente ayer llegó a mis manos.

Dicen que un viajero, un caminante que andaba por el monte en busca de algún cobijo dió con un pueblo, lejano, al que se dirigió. Antes de llegar se quedó prendado de un pequeño cementerio, en las afueras, bien cuidado y repleto de flores, por lo que decidió visitarlo, antes de su llegada. Ya dentro, aparte de los cuidados y de las flores que ya divisó desde el exterior, leyó una de las lápidas de la gente que allí descansaba, que decía :- ...aquí yace....que vivió 8 años, 2 meses y 3 días. Se estristeció con los datos...pero siguió paseando, y leyendo :- ...vivió 5 años, 2 meses- ...que vivió 1 año y 3 días...- vivió durante 10 años y 2 meses...Allí no pudo más, se derrumbó al ver las fechas, se tuvo que sentar y echó a llorar. Alguien, que pasaba por allí, le vió así, llorando, recostado y pensó que se trataba de alquien que despedía a algún familiar...pero al ver su desconsuelo, decidió acercarse y preguntarle por su dolor, a lo que nuestro viajero respondió :- ¿Qué pasa en este pueblo? ¿Qué extraña enfermedad hay que todo vuestro cementerio esta repleto de niños, de gente que nunca ha sobrepasado los 15 años de vida? ¿Cómo sois capaces de sobrellevar eso?
El hombre le consoló, le sonrió y le comentó :- No estés triste. No es lo que parece. Existe en este pueblo una tradición. Cuando un hijo cumple 10 años, el padre le regala un librito, pequeño, que se lleva colgado al cuello. En él, a partir de esa fecha, apuntamos todos esos acontecimientos que nos hacen felices, que nos hacen sonreir, que nos gusta recordar :- Un viaje inesperado con alguien amado : 3 días- Ese beso improvisado del ser querido : 10 segundos- Un reencuentro con algún familiar lejano, que creiamos olvidado : 2 horas- El nacimiento de algún hijo o sobrino, 3 horas.- ... y así, solo apuntamos los momentos vividos que realmente han merecido la pena, aquellos por los que si merece vivir. Al final, cuando alguien muere, sumamos todo ese tiempo que ha apuntado y eso es lo que , al final aparecerá en su lápida, el tiempo que vivió. El que realmente mereció la pena vivir.

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